Ya era hora de que le dedicásemos una entrada en el blog. Desde que fuera “inventado”, a finales del siglo XIX o principios del XX, se ha ganado un hueco en el imaginario de El Rinconcillo y aún hoy tiene quien lo rememore a diario.
El “coronel” de El Rinconcillo tiene tras de sí una historia que no todo el mundo conoce (también habrá quien no sepa de qué estamos hablando…); es normal. Pero para eso, entre otras cosas, está el blog: para poner al descubierto y difundir todo lo que han dado de sí los casi 350 años de historia del establecimiento.
El “coronel” es un vaso de tinto de Valdepeñas que popularizó Ramón Cantos Maurín (1870-1941), quien fuera teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, que por entonces estaba también en la calle Gerona, entre los años 1923 y 1927.
Como tantos otros parroquianos, pasaba a diario por El Rinconcillo y tenía por costumbre tomar el vino en un vaso y, puesto que los camareros ya le conocían, cuando le veían llegar pedían el vaso del coronel. La costumbre se extendió entre otros clientes y así fue como a ese vaso de Valdepeñas se le quedó tal nombre.
Lo mejor de todo es que se continúa manteniendo de la mano de ciertos clientes que no faltan a su cita diaria con el “coronel” o, esto sí es nuevo, el “medio coronel”.