Parece que atrás quedan las cifras que situaban a España como el país del mundo con la mayor densidad de bares por habitantes. Concretamente, un bar por cada 175 personas. Y es que según los datos de la Federación Española de Hostelería, en 2017 se volvió a reducir el número de establecimientos de bebidas hasta los 184.430 (18.269 menos que el 2010).
Y no solo la crisis ha tenido que ver en esos cierres. También la despoblación rural o el envejecimiento de la población han llevado a esta situación de la que se desmarca otra parte del sector hostelero (restaurantes y hoteles) que, por el contrario, continúa creciendo.
De hecho, y según recoge el Anuario de la Hostelería de España de 2018, en todas las provincias andaluzas, excepto Huelva y Jaén, hay un avance positivo del censo de locales (bares y restaurantes) respecto del año anterior y de 2010. En el caso concreto de Sevilla, al cierre de 2017 había un total de 10.202 establecimientos, un 3,6% más que en 2010.
No obstante, a falta de tener los datos definitivos de 2018, el Indicador de Confianza Hostelera elaborado por Hostelería de España refleja que la confianza de los empresarios hosteleros se mantuvo en valores negativos a lo largo del pasado año. Los costes de la energía, la presión fiscal, los precios bajos y la competencia de mercados son algunos de los factores que influyen en esta valoración que hace el propio sector.
Para contrarrestar este pesimismo, recordemos el vídeo que elaboró hace unos años Coca-Cola y miremos al futuro con ganas porque en El Rinconcillo esperamos estar, por lo menos, otros 349 años sirviendo espinacas, pavías y demás.