¿Has preparado alguna cena/almuerzo especial en casa? ¿Te han surgido dudas acerca de la colocación de los elementos en la mesa? No es necesario que tengas invitados de las altas esferas, pero puede que alguna vez quieras sorprender a tu familia o tus amigos. Si se da esa ocasión, aquí te dejamos varios consejos que pueden serte útiles:
La mesa.
Esta es la ocasión para lucir tu mejor vajilla. Junto con la cristalería y la cubertería, ya tienes la presentación. La disposición de los elementos es la siguiente: el plato en el centro, el vaso de agua junto a la copa de vino (en la parte superior izquierda), el cuchillo y la cuchara a la derecha del plato, y el tenedor a la izquierda. La servilleta va junto al tenedor y los cubiertos para el postre por encima del plato, con la cuchara apuntando hacia la izquierda y el tenedor hacia la derecha.
El mantel.
Lo lógico es que el color del mantel combine con el de la vajilla; aunque si tu mesa es de cristal, puedes optar por manteles individuales de rafia, por ejemplo.
Las servilletas.
Debajo de los cubiertos o dentro de una copa o vaso. Respecto a los colores, deben estar en armonía con el resto de los elementos de la mesa.
El postre.
Cuando los comensales terminen con el plato principal, se retira, además de los cubiertos y la copa de vino. Solo se dejan en la mesa los cubiertos de postre y la copa (o vaso) de agua. El postre se puede servir junto con un café y, una vez terminados ambos, se sirve una copa de champán para brindar o alguna bebida digestiva.
Otros consejos.
Si vas a poner aperitivos, calcula un tiempo para tomarlos de entre 30 y 45 minutos. Para ellos, la mejor opción es colocarlos en una mesa auxiliar o en el centro de la mesa donde se vaya a comer después. Y no te excedas en la cantidad: lo más recomendable es incluir 2 o 3 básicos sin preparación (jamón y queso, por ejemplo) y dos cocinados, uno frío y otro caliente.