Si te decimos zurito, corto o penalti, ¿sabes a qué nos referimos? Quizá si utilizamos la palabra caña y especificamos que el contexto no es otro que una barra de bar, ya lo tienes del todo claro.
La cerveza, esa compañera insustituible del tapeo, tiene diferentes nombres según la zona de España en la que te encuentres y el nivel de sed que tengas. Como sabemos, aquí en Andalucía no es lo mismo una caña que una jarra… Y es que aunque llevemos muchos años de entrenamiento, no es fácil dominar el lenguaje cervecero.
Para evitar confusiones, Cerveceros de España creó un mapa donde se recogían algunos de los nombres más usados para pedir una cerveza según el punto geográfico y, visto lo visto, caña, tercio, quinto y botellín son los nombres más comunes para hacerlo.
La caña, ya sabemos, es el formato por excelencia; y si tenemos algo más de sed, podemos optar por un tercio. Eso sí, seguimos sin movernos de Andalucía porque fuera de nuestras fronteras puede que no nos entiendan o que nos sirvan otra cosa. Por ejemplo, si aquí (y en gran parte del país) la medida de la caña es el vaso de 200 ml, en País Vasco la caña asciende a los 350 ml. Y, sobre el tercio, en Asturias o Cantabria tendríamos que pedir una media y en Cataluña, una mediana.
Mención aparte merecen otras denominaciones como botijo (el botellín en Madrid), cachi (750 ml en Castilla y León), champú (una clara en Castellón y Tarragona) o lejía o pika (también la clara en Navarra, País Vasco y Cantabria).
Y ya si hablamos de marcas la cosa se complica, porque también cada zona tiene sus preferencias. Y qué decir del tiraje… Conseguir la caña perfecta requiere unos pequeños conocimientos técnicos, pero ese es un tema que trataremos otro día. Mientras tanto… ¿una caña?