Es más moderna, aunque La Trastienda de El Rinconcillo bebe del testimonio de su antecesor. Su gastronomía aúna tradición y vanguardia, es una vuelta de tuerca a la cocina de El Rinconcillo. Si todavía no has tenido ocasión de visitarla, te damos las claves de su carta para que no te lo plantees la próxima vez que tengas oportunidad.
Hay quienes llegan a ella tras comprobar el nivel de ocupación de El Rinconcillo, pero bien merece una (o muchas) visitas porque sí y más aún en el tiempo que se avecina, ya que la terraza es uno de sus pluses.
Por eso, teniendo en cuenta la época que se acerca, acaba de renovar su carta con platos más livianos, aunque conserva algunos de sus clásicos, como el pastel de salmón, patatas y salsa cóctel, la ensaladilla de gambas, el revuelto de huevos de choco y langostinos, el bacalao dorado o el lomo ibérico relleno de queso de cabra.
Las nuevas incorporaciones continúan con su línea de cocina innovadora. Se trata de tapas elaboradas: el risotto de boletus con langostinos (uno de los platos originarios de su apertura que ahora vuelve a recuperarse), las croquetas de cocido andaluz y ali oli o las de bacalao y pimientos del piquillo, la ensalada del día, las chuletitas de jabalí y ajada con verduras, el salmorejo de manzana y lascas de bonito del norte o el lomo de merluza rebozado con crema de mariscos, que ya apunta a ser la estrella de la carta junto a los ya habituales medallón de solomillo ibérico en reducción de whisky y la corvina a la bilbaína.
Y como estas delicias hay que “bajarlas”, La Trastienda de El Rinconcillo ofrece una variada selección de vinos y cervezas para todos los gustos, también sin gluten (al igual que el pan y los picos), para que todos podamos disfrutar de su gastronomía. Ya no tienes excusa…