Taberna, bodega y tienda. La historia de El Rinconcillo ha dado mucho de sí y, afortunadamente, sigue haciéndolo. Buena parte del establecimiento, por no decir todo, da cuenta de ello a través de los distintos objetos que ha ido atesorando en su devenir.
Uno de los que más llama la atención de quienes atraviesan la puerta es el azulejo que anuncia el chato de jerez solera 1670 a 40 céntimos. Tanto es así que no son pocos los que, aún hoy, se acercan a la barra pidiendo probar el jerez por ese módico precio. Pero ya no se vende, ni se fabrica…
Este azulejo lleva pegado a la pared desde los años 20 y, efectivamente, se trata de un jerez envejecido en la bodega de El Rinconcillo, entre otros tantos, que por entonces se despachaba en el mostrador. El por qué de su nombre alude a motivos que todos podemos suponer…
Y esa es la historia del chato de jerez que la “nueva” moneda oficial de la eurozona volvió a poner de actualidad hace unos años con su entrada en vigor en 2002, porque con las pesetas en funcionamiento nadie pensaba que el jerez solera 1670 estuviera a la venta.
Eso sí, la madre aún se conserva a buen recaudo…