En estas fechas, el centro de Sevilla luce aún más bonito si cabe con el alumbrado navideño. Las calles están más llenas de vida que nunca y la magia de la Navidad se deja sentir a cada paso.
Las compras propias de estas fiestas son el motivo más recurrente para acudir a las calles comerciales del centro, pero hay muchas más razones para pasear por él en estos días. Comenzando por la avenida de la Constitución, que este año entrena alumbrado, la primera parada de esta ruta la tenemos en el deslumbrante árbol que decora la Puerta de Jerez y, poco más adelante, nos topamos con la Feria del Belén. Este año son 30 los stands que se reparten en la intersección de la avenida con la calle Fray Ceferino. Si necesitas alguna pieza para completar tu belén, ahí tienes la oportunidad de encontrarla.
Es momento también de pasar por el Real Alcázar y degustar alguno de los dulces que encontrarás en la Exposición de Dulces de Conventos de Clausura que este año celebra su 33 edición con la participación de 20 conventos.
Al final de la avenida, las enormes esferas de luz de la plaza San Francisco son parada obligada. Si, además, tienes ocasión de disfrutar de su espectáculo de luz y sonido, este alto en el camino habrá merecido aún más la pena.
Al otro lado del Ayuntamiento, en Plaza Nueva, seguro que podemos encontrar más de un regalo para estas fiestas en los puestos del Mercado Navideño de Artesanía para después seguir la ruta enfilando las calles Sierpes o Tetuán, que también estrenan este año los motivos del alumbrado.
Ya en La Campana, subimos hacia Las Setas, que este año también cuenta con un mercado navideño en su parte alta, además de una pista de hielo y un espectáculo para los más pequeños de la casa. Y a un paso de ahí, el fin (o el principio) de la ruta: El Rinconcillo. Como siempre, nos afanaremos en dar lo mejor de nosotros y de nuestra cocina, para que volváis a casa con el espíritu (navideño) y el estómago reconfortados.