Además de la técnica, el buen hacer en la cocina tiene mucho que ver con la materia prima empleada. La utilización de los mejores productos garantiza en un alto porcentaje el éxito de la receta siempre y cuando la ejecución sea la correcta.
En El Rinconcillo sabemos de la importancia de los productos frescos y de calidad para marcar la diferencia. Nuestras creaciones, propias de la cocina tradicional andaluza-mozárabe, tienen como base productos frescos venidos desde diferentes puntos del país.
Cada día llegan a hasta nuestro establecimiento piezas de pescado, carnes, chacinas y verduras de la huerta de las mejores procedencias posibles. Todos ellos cumplen con las normativas alimentarias exigibles, respetando siempre las normas de seguridad, como las temperaturas de descarga y los preceptos sobre almacenamiento.
Además, en El Rinconcillo y La Trastienda del Rinconcillo manipulamos los productos en nuestras instalaciones. De este modo, controlamos todo el proceso de elaboración y obtención de la calidad en el producto final.
Así, en nuestra carta puedes encontrar pescados que vienen directamente desde el Cantábrico (merluza, lenguado, pulpo, parte del marisco, rodaballo, almejas y rape) y otros que lo hacen desde el Atlántico, concretamente de las costas de Huelva y Cádiz, como son la corvina, la acedía, el boquerón, la pijota, el salmonete, la gamba, el langostino, la coquina y el atún de almadraba.
Respecto a las carnes que elaboramos, proceden de Huelva y Extremadura (las ibéricas), de Galicia y Cantabria (la ternera), de Cádiz (la retinta) y de Burgos (el cordero). Y también de Huelva y Extremadura son los jamones y las chacinas que servimos a diario, mientras que el queso viene de Zamora.
De todos ellos nos servimos para rememorar cada día las recetas más tradicionales de la cocina sevillana, aunque puede que en el sabor final también tenga algo que ver el oxígeno centenario que respiran nuestras paredes… Ese es el “ingrediente” secreto que únicamente puede dar la historia.